Federacion Nacional

ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS

En memoria de Julián Calhuante.              (1962-2010)

Existe un País maravilloso, donde registrar aspectos de lo real, nos parece costoso e incomodo, más si ello implica romper de lleno con el sueño elegimos por existencia.

Si bien, soñar es una característica humana natural, también identifica a las sociedades enajenadas para con lo tangible, exige la construcción de País a diario.

Esta anomalía que expone al conjunto como inconciente, pareciera ser, es un problema axiológico típico, hace al hombre finito que no puede captar, la realidad conforma un todo geométrico en el cual se halla inmerso.

Tal es así que, podemos trazar las líneas de nuestra frontera en pos de proteger una demarcación reconocida, pero no podemos reconocer que sucede por dentro de la geometría, precisamente por los idealismos emanan de este sueño existencial finito.

Sin ir más lejos, podemos decir entonces, desconocer la existencia de estos hacedores de la soberanía, puede sin más, ser torpe, incongruente e inhumano, si expone al negador como dueño de una conciencia intencional que así lo dispone, o no.

Consecuentemente, “la desmalvinización” conlleva en si misma estos caracteres que la identifica con una voluntad errónea, que reconoce sus fronteras, pero que niega como constante y sistemáticamente a quienes velaron por la demarcación soberana.

Si mal no se entiende, esta negación obsecuente, no sólo expone un problema axiológico, sino también moral. Pues, atenta directamente contra el Derecho a la Identidad de los hombres. Es decir, es una violación a Los Derechos Humanos, puesto el hombre se reconoce así mismo por lo que hace, y es precisamente su actividad le da un derecho, cultura, y en suma a su carga genética.

No obstante, en esta relación podemos especular, puede, la desmalvinización se sucedió y sucede contradictoriamente como consecuencias de la “politización alcanzaron los derechos humanos en Argentina” o bien, la bienvenida democracia, requería de un costo humano más elevado, que el propio dejó la Dictadura, en El País de Alicia. Más, si consideramos, la negación y en este caso, es también una forma de hacer desaparecer personas, solo que a través de la supresión de sus derechos.

Pero lo cierto es, la desmalvinización dijo presente en el año del Bicentenario y el Soldado Argentino “estratégico y Operacional” de 1982, sigue sin reconocimiento institucional, histórico y moral. Es decir, ya sumamos 29 años de abandono y olvido, bajo la siempre misma y simple propuesta, El Congreso de La Nación, nos pasea por la Izquierda para luego llevarnos hacia la derecha y viceversa, por intereses electorales. Cuando, la Constitución es una carta Jurídica que constituye poderes, limitándolos al servicio de las personas y no al servicio de los políticos, como se entiende en el País de las maravillas.

JULIAN.

A un año que los ausentes patológicos decidieron, la desmalvinización se adueñe de tu vida, tus compañeros del 181 de Esquel simplemente decimos, la lucha continúa por vos, nuestros hijos, nietos y por nosotros.

Porque simplemente, estamos orgullosos de haber hecho un trabajo ejemplar. Bloqueando al Continente por Defensa y Ataque, desde el Litoral marítimo y hasta la cordillera, conteniendo a Chile en su propio teatro de operaciones, cuidando el patrimonio cultural y de infraestructura del Pueblo; alcanzando un poder de fuego que desbarató todo plan de Invasión. Cazando a los Espías, saboteadores, y cuidando el desplazamiento de nuestras propias tropas.

Simplemente por esto Julián, por lo que hiciste por tu País, vamos a exigir sin pausa y sin descanso:

“RECONOCIMIENTO HISTORICO Y MORAL A TODOS LOS SOLDADOS ARGENTINOS QUE DEFENDIMOS LA SOBERANIA NACIONAL EN 1982”

Hermógenes C. González.

Ex soldado Argentino/ Veterano continental.

DEST. EXPL. CBL 181 C3

RC MOT 202.