lunes, 23 de septiembre de 2019


Alicia Panero presentó su libro “Mujeres Invisibles” en la UNPA

Alicia Panero presentó su libro “Mujeres Invisibles” en la UNPA
Fue en el marco del congreso “Desafíos del Envejecimiento en el siglo XXI”, que se desarrolló durante jueves y viernes en la Unidad Académica Río Gallegos de la UNPA. El libro de Alicia Panero habla acerca de las enfermeras e instrumentadoras quirúrgicas civiles que estuvieron en las Islas Malvinas.
Durante el pasado jueves y viernes se desarrolló en la Unidad Académica Río Gallegos de la UNPA el congreso “Desafíos del Envejecimiento en el siglo XXI”. En ese marco, la escritora Alicia Panero presentó su libro “Mujeres Invisibles”, obra que trata sobre la historia silenciada de las enfermeras e instrumentadoras quirúrgicas civiles que estuvieron en las Islas Malvinas durante el conflicto.
En diálogo con el móvil de Radio LU12 AM680, Panero señaló que el nombre “Mujeres Invisibles” surgió a raíz de que cuando empezó su investigación “nadie había hablado del tema, las mujeres que habían ido a la guerra habían sido invisibilizadas”.
Asimismo, cuando profundizó su trabajo se encontró “con más gente de la que pensaba, mujeres que fueron enfermeras, que fueron instrumentadoras quirúrgicas, voluntarias, tanto en el continente como en los barcos”, indicó.
Además, remarcó que se trataba de “mujeres muy sensibilizadas por el tema, muy silenciadas, que por muchos años no se animaron a hablar, porque tenían miedo de que no les crean, y de a poco se fueron soltando”.
En lo personal, la autora considera que este libro “aporta la reconstrucción de la memoria completa de la historia”, ya que considera que “una historia donde se omiten protagonistas no es una historia completa, es una versión de algo que ocurrió”.
También destacó que generalmente recibe varias invitaciones para disertar sobre su obra literaria, pero que espera poder presentarlo principalmente en Comodoro Rivadavia, ya que un juez de allí “usó el libro como fundamento para declarar veteranas a dos mujeres que trabajaron en el Hospital de la localidad chubutense”, el cual durante aquella época fue uno de los llamados hospitales de guerra.

domingo, 14 de julio de 2019




César Lerena denuncia «Un instituto oficial colabora con los ingleses en Malvinas»

El Dr. César Augusto Lerena, ex Secretario de Estado, experto en Atlántico Sur y Pesca, y actualmente asesor en el Senado de la Nación, ha publicado otras veces en AgendAR -por ejemplo, aquí y aquí– sobre temas de su especialidad. Ahora nos ha hecho llegar una grave denuncia, que debe ser esclarecida.
«Me he ocupado durante décadas de defender la tarea de la investigación pesquera y, con ello, a los científicos y técnicos del INIDEP, el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero; ahora, una cosa es hacer investigación independiente y otra, tener un Instituto intervenido que responde a las consignas insustentables del Ejecutivo y colaborar con el invasor británico en Malvinas.
Seré preciso para evitar malos entendidos: colaborar con el invasor, es acordar con éste la investigación conjunta de los recursos pesqueros argentinos en el Atlántico Sur, fuera y dentro de la arbitraria y prepotente Zona de Exclusión Británica, aportándole al Reino Unido el buque de investigación argentino Victor Angelescu y los científicos del INIDEP, formados y perfeccionados por el Estado Nacional, acercándole a estos ocupas, toda la información pesquera necesaria para que los ingleses sigan sosteniéndose en Malvinas, ratificando, lo que el Director británico de Recursos Pesqueros John Barton manifestaba el 14 de marzo de 2012: «Sin las Licencias de Pesca no hubiéramos sobrevivido en Malvinas» y, ello es así, porque el 75% de los recursos económicos de las Islas provienen de la pesca.
Nada más evidente que los hechos: ni durante, ni una vez concluida esta «investigación conjunta» los buques pesqueros argentinos podrán ingresar a la zona de exclusión impuesta por los ingleses y, por el contrario, lo harán los cientos de buques extranjeros que pescan con licencia ilegal británica.
El INIDEP no puede prestar información a los administradores ilegales de Malvinas y a través de éstos a los buques extranjeros que depredan nuestros recursos pesqueros dentro de la Zona Económica Exclusiva o fuera de ella, sobre las especies migratorias o asociadas, extrayendo más de un millón de toneladas anuales que provocan un desequilibrio biológico en el Atlántico Sur y  compiten con productos de origen argentino en los mercados internacionales con las empresas radicadas en el continente argentino.
Y, aún más, no puede prestarse información al enemigo porque lo prohíbe la Constitución Nacional, la Ley de Defensa Nacional y, desde lo específico, la ley 24.922. Puede resultar un poco duro utilizar la palabra enemigo para referirse al invasor británico, pero, parece la más adecuada para definir a «alguien que resulta contrario o antagónico a uno mismo o a lo propio» y porque «la enemistad surge por un desacuerdo extremo e intolerante entre ambos países» que ya lleva 186 años y, que en la confrontación de 1982 por recuperar el territorio nacional murieron 629 argentinos y quedaron más de mil heridos.
Y, aunque la voluntad general sea caminar hacia una amistad entre los pueblos, las condiciones para hacerlo deben ser de equilibrio entre las partes y no la cesión total e incondicional por parte de Argentina, mientras Gran Bretaña se niega sistemáticamente a negociar la soberanía de Malvinas, a pesar de que las Naciones Unidas y toda la comunidad internacional se lo reclame.
El Art. 119º de la Constitución Nacional precisa: «La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las armas contra ella, o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro…».
Por otra parte, la Ley de Defensa Nacional establece las bases jurídicas, orgánicas y funcionales fundamentales para la preparación, ejecución y control de la defensa nacional, y tiene la finalidad de «garantizar de modo permanente, la soberanía e independencia de la Nación Argentina, su integridad territorial y capacidad de autodeterminación…» y esa defensa abarca, no solo los espacios continentales, sino las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y demás espacios insulares, marítimos y aéreos, así como el Sector Antártico Argentino y, ello constituye un derecho y un deber para todos los argentinos (Ley 23.554 art. 2º, 5º y 6º y Ley 15.385).
Finalmente, la Ley 24.922 solo habilita al INIDEP a cooperar con organismos nacionales y provinciales (Art. 11º) y, por lo tanto, no está autorizada a hacerlo a terceros países y mucho menos suministrarle información que, en todos los casos, debe ser evaluada previamente por el gobierno nacional (Art. 13º).
Al mismo tiempo el Reino Unido está impidiendo al INIDEP establecer el Rendimiento Máximo Sostenible Anual (Art. 12º) de todo el Atlántico Sur, porque no tiene acceso directo y cierto de las capturas extranjeras y no puede relevar todo el territorio marítimo nacional y, por lo tanto, los invasores británicos incumplen con los art. 17º a 27º de la citada ley, depredando el recurso y provocando «excesos en la explotación y efectos dañosos sobre el entorno y la unidad del sistema ecológico».
Y en lugar de proteger los derechos preferentes de la Nación en la condición de Estado Ribereño (Art. 22º) el INIDEP realiza tareas conjuntas con el Reino Unido para conocer los recursos naturales argentinos del área de influencia de Malvinas, colocando en un plano de igualdad a Gran Bretaña, como si se tratara de otro Estado Ribereño, sin una disputa territorial, quebrantando todas las Res. de las N.U. relativas a la explotación de los recursos naturales de los países ocupados.
El Código Internacional de Conducta Responsable de la FAO precisa: «Los Estados deberían adoptar las medidas de conservación, ordenación y el uso sostenible de los recursos pesqueros. Éstas, deberían basarse en los datos científicos y estar concebidas para garantizar la sostenibilidad de los recursos, promoviendo una utilización óptima y su disponibilidad para las generaciones actuales y futuras». Ello no es posible, mientras los ocupantes británicos exploten ilegalmente los recursos, a través de licencias pesqueras, consolidando esta actividad construyendo puertos con la colaboración de empresas españolas, otorgando licencias y, constituyendo, incluso, sociedades con empresas pesqueras de esta nacionalidad.
En este estado, la Argentina no puede prestar cooperación alguna, porque no solo está poniendo en juego los derechos territoriales y las toneladas que capturan ilegalmente los buques extranjeros habitados por Gran Bretaña, sino que a la luz del reciente Acuerdo de la Unión Europea-MERCOUR estaría aceptando que esas capturas sean tratados como originarias de los Buques de Bandera (los que no son de los Estados Ribereños), según las Reglas de Origen Sección A del citado Acuerdo.
En el momento, que, con motivo del Brexit, Gran Bretaña y con ello Malvinas, como territorio de Ultramar de la U.E., perderán los beneficios arancelarios de pertenecer a la Unión Europea y el MERCOSUR firma un Acuerdo al respecto, el gobierno argentino, colabora con invasores de Malvinas a mantener su economía y comercio.
Desde la creación del INIDEP pocos directores reunieron los requisitos de la ley. Muchos fueron delegados del Subsecretario, en otros casos éste asumió la función y, en ocasiones, se intervino. La presente es una de ellas; pero, los investigadores del INIDEP siempre estuvieron indicándole a los Subsecretarios de turno los límites de la sobreexplotación. Así ocurrió con los Acuerdos Marco con la URSS-Bulgaria, con el de la Unión Europea, con el charteo de calamar o con el festival de permisos de merluza de entonces o del langostino de hoy. Nunca ocurrió que se pusiese el INIDEP al servicio extranjero y mucho menos de quienes ocupan en forma prepotente 1,6 millones de km2 de nuestro territorio marítimo e insular y otorgan licencias pesqueras por 25 años.
Raramente, el Interventor, que pone el INIDEP al servicio de los británicos, es un Almirante retirado de la Armada, que parece conocer muy poco de soberanía nacional y mucho menos de pesca, a juzgar por el rol que cumple a pie juntillas. Su intervención en el Senado de la Nación, el pasado 18 de junio de 2019 es una prueba de ello:
Marcelo Lobbosco, de él se trata, subrayó en esa reunión que el INIDEP «abarca la totalidad de la problemática del Mar Argentino, por ende, tratamos cuestiones que son también comunes a otros países», dejando poco claro a qué otros países se refería, porque, en el Mar Argentino, hay una sola Zona Común, que es la acordada por el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo en 1973 con la República Oriental del Uruguay, no habiendo cuestiones comunes en el Canal del Beagle ni en el llamado “Mar de la Zona Austral”, derivadas del Tratado de Paz y Amistad entre la Argentina y Chile, firmado en 1984. No creemos que Lobbosco, incluya dentro de esos países al Reino Unido, aunque es verdaderamente temerario en su informe cuando dice: «hicimos prospecciones -o tenemos previsto hacerlas- dentro de la Zona Económica Exclusiva o, mejor, autotitulada “exclusiva” por los ingleses» al referirse al Mar Argentino que rodea a las Malvinas.
No es, ni una “Zona Económica Inglesa” ni una “Zona Exclusiva Inglesa”. Este Interventor le da legitimidad a la Proclama Nº 4 de 1986 del Gobernador Inglés ilegítimo en Malvinas, que estableció una Zona de Exclusión Pesquera denominada «Zona Provisional de Conservación y Administración de Pesquerías (FICZ)», un arbitraria área de exclusión que, luego se ampliaría, a los límites establecidos por la CONVEMAR y, en la que -como hemos dicho- está prohibida al ingreso de los buques pesqueros argentinos, pero, que el responsable del INIDEP insiste en prestarle servicios a los ingleses, a través de este «Acuerdo de Conservación Conjunta argentino-británica de los recursos marítimos argentinos en el Atlántico Sur» firmado el 28 de noviembre de 1990, destinado a evaluar la situación de los recursos pesqueros desde la altura de la Península de Valdez (Latitud 45ºS), por encima del Golfo de San Jorge de Chubut hasta debajo de las Islas Sándwich del sur (Latitud 60ºS), es decir, no solo en la FICZ, sino frente a los mares de Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y la Antártida, consolidando la ocupación británica en Malvinas y el Atlántico Sur y Océano Austral.
Llama la atención que, teniendo a su cargo la totalidad de la problemática marítima no haya sido convocado el INIDEP a la hora de licitar las áreas de exploración de hidrocarburos offshore, para el impacto sísmico y físico sobre las áreas sensibles de los recursos, a pesar de que «es necesario una prospección antes, durante y después» y, como bien refieren los investigadores del INIDEP si bien «existe innumerable bibliografía, no es aplicable directamente a nuestros recursos». Aunque el Sr. Lobbosco, entienda, vaya a saber con que conocimiento académico, que estas acciones «afectan de forma diferente según la especie” (sic) (¿?).
También que la Intervención no haya elaborado un informe relativo al daño ecológico que producen las capturas ilegales en el mar argentino por parte de buques extranjeros y, sugerido al Poder Ejecutivo Nacional, las medidas técnicas necesarias para erradicar estas extracciones ilegales de buques españoles, chinos, coreanos etc. con o sin licencia británica. Tal es el desorden, que, en el caso de los cuatro stocks de calamar, del mar argentino, el más importante el del Sur, que los investigadores del INIDEP sostienen que «es el que se comparte con Malvinas (con los británicos en la ZEE Argentina) y, para manejarlo, se necesitan saber todas las capturas. No puede haber un manejo exitoso si desconocemos cuánto se pesca; mucho más cuando afuera se está pescando más que adentro. Si acá hay 70 barcos, afuera hay 300, entonces, todo está muy desbalanceado».
Por otra parte, cuando varios asesores, en esa misma reunión, le preguntaron al Interventor, cuál proyecto de renovación de la flota le parecía más adecuado, en atención a que alguno preveía otorgar cuotas de pesca como incentivo, respondió, que «esos temas, al igual que la sobreexplotación de los recursos no le atañen al INIDEP sino a la subsecretaría», desconociendo, que el Rendimiento Máximo Sostenible de las Capturas le corresponde al Instituto a su cargo, al igual que la determinación anual de especies excedentarias y otras cuestiones relativas a la disposición de los recursos; por cierto, opiniones que fueron contradichas por la Directora Nacional de Investigaciones del INIDEP, que al respecto dijo: «Nosotros elevamos todas las recomendaciones a la autoridad de aplicación y, esta es la que concede las cuotas a la flota, es decir que esta está limitada por la cifra que el INIDEP recomienda. Nosotros somos los responsables de decir: se puede pescar esto».
Al tiempo que dejaba claro el propio Lobbosco, que menos del 20% de los buques pesqueros llevan observadores y aceptaba en silencio que «estamos frente a una reducción de personal; un día de barco sale diez mil dólares, con lo cual, imagínense (los asesores de los Senadores) que a veces no se cuenta con los recursos como para hacer las campañas de todos los recursos y de todos los datos que se necesitarían».
Pero lo alucinante estaba por llegar, el Asesor del Senado disparó la pregunta clave (a modo de anzuelo) sobre el calamar Illex argentinus, el que da sustento a los británicos en Malvinas:
 
“…(transcripción oficial del Senado)
 
-ASESOR: ¿Para el manejo adecuado del calamar estiman necesario un 40% de escape de las capturas para asegurar que la próxima generación de también se exitosa, no es así?
-INVESTIGADOR: SI.
-ASESOR: Pero hablaste también de 300 buques que están pescando afuera, de otra nacionalidad, ¿ese 40% por ciento se escapa también?
-INVESTIGADOR: NO, el 40% de nosotros. Nosotros indicamos: «corresponde cerrar la pesquería porque detectamos que ya estamos en el 40 por ciento de escape. ¿Quién cierra la pesquería? La Argentina»
-LOBBOSCO: Claro.
-INVESTIGADOR: Afuera los 300 siguen pescando. Esta es una pesquería totalmente desregulada. Nada de lo que podamos hacer nosotros acá… Y para el recurso es totalmente negativo, por supuesto.
-LOBBOSCO: Siguen pescando…                                                 …”
 
Un aire de asombro y desolación envolvió a los presentes.             
 
En esta situación, el Sr. Interventor del INIDEP Almirante Marcelo Lobbosco sigue colaborando para que los británicos puedan asegurarse la llegada del Calamar a Malvinas y el sostenimiento de los usurpadores ingleses».
Dr. César Augusto Lerena
COMENTARIO DE UN CAMARADA
Reclamo Nacional 12 De Setiembre 10 Hs En Casa De Gobierno Capital Federal De Veteranos De Guerra No Reconocidos.Organiza Asociación Veteranos De Guerra T.O.A.S CHUBUT...Todos Por El Reconocimiento Como Veteranos De Guerra.Personal De Las FF.AA .F.S Y Civiles Involucrados En El Conflicto Del Atlántico Sur De 1982 Contar El Reino Unido De Inglaterra..

viernes, 12 de julio de 2019

ANEXO XX. CARTA DE UN HÉROE HARTO DE AGRAVIOS
A los pusilánimes
En el año 2008, el valeroso sargento ayudante ( R ) Oscar Reinaldo Carabajal, veterano ex combatiente de Malvinas perteneciente al Ejército Argentino, dio a conocer una carta destinada a ese grupo de cobardes que enrolados en las agrupaciones de ex combatientes, sólo saben lloriquear y prestarse al juego de corruptos y perversos, denigrando y calumniando a las Fuerzas Armadas de la Nación con el oprobioso propósito de obtener prebendas. Para esos pusilánimes que por simples migajas hasta su hombría y dignidad han llegado a vender y sobre todo para los integrantes del CECIM, Centro de Ex Combatientes de La Plata, que por marchar hacia donde soplan los vientos apoyaron la decisión del Concejo Deliberante de Mar del Plata, de retirar el cuadro del heroico capitán Pedro Giacchino del recinto de sesiones, va dirigida esta carta, escrita por un soldado de verdad, un hombre cabal, muy diferente a ellos, que denigran la tierra que los cobija y a la argentinidad toda.
Como Suboficial Retirado del Ejército Argentino y como Veterano de Guerra, quiero expresar mi bronca ante tanto agravio por parte de una minoría de soldados ex combatientes de Malvinas (CECIM), y 5 quiero decirles a esos llorones cobardes, que al momento de producirse la guerra se encontraban cumpliendo con una ley de la Nación, aprobada por el Congreso de la Nación, es decir civiles, no militares, y desde hace 26 años que buscan culpables por haber participado en la defensa de nuestro territorio, no fueron voluntarios, no tienen las agallas suficientes como para eso, pero hoy se creen y quieren hacer creer a la sociedad que son los únicos que combatieron, que los oficiales y suboficiales somos unos “cobardes, torturadores y represores”. Me cansé de estos nenes de mamá.
Quiero decirles a estos cobardes que, con 23 años, tuve el honor de conducir en el frente de batalla a verdaderos soldados, que no arrugaron ni en los momentos más difíciles; es más, en una oportunidad, les dije “lo único que podemos hacer es apoyar a primera línea y vamos a combatir hasta el final, no creo que nos tomen prisioneros” y fuimos, como verdaderos soldados, a dar la vida por ese pedazo de suelo argentino sin quejarnos.
No nos tocó, no tuvimos suerte, pero hoy llevan con orgullo la condición de veteranos de guerra, sin lloriqueos; por esto y mucho más, no puedo seguir permitiendo que un grupo minúsculo de pusilánimes pisotee la memoria de señores oficiales como el teniente Roberto Estévez y de los señores suboficiales como el sargento Antonio “Perro” Cisneros, Ismael García, Sbirt y tantos otros que dieron su vida en el frente de combate.
También quiero decirles, señores llorones, que tuve el honor de combatir a la par de señores suboficiales, como el sargento Juan López, el cabo 1º Daniel Fernández y los cabos (todos de 19 años) Alejandro Luján, Ramón Najar, Sixto Escobar, Aguirre Orlando, todos pertenecientes al glorioso Batallón de Comunicaciones 181 y que todos, de una manera u otra, arriesgaron sus vidas y no andan llorando por los rincones.
Quiero decirles a estos mantequitas que no vi nunca a familiares de los suboficiales y oficiales caídos en combate llorando y dando lástima por todos los medios por lo que les pasó; al contrario, se sienten orgullosos de que su hijo, hermano o padre hayan dado su vida por este bendito país; que los antes nombrados y muchos como ellos no se merecen ser involucrados y llamados cobardes, que estos valientes guerreros no se detuvieron a perder el tiempo para estaquear soldados; solamente se dedicaron a cumplir con su objetivo, defender nuestra soberanía nacional, aun a costa de sus vidas, y así lo hicieron.
Estos hombres deben ser honrados y no difamados por estos cobardes llorones que se encuentran apadrinados por parte de algunos sectores políticos y la señora de Bonafini; ya todos sabemos quién es: todo lo que no va con sus ideales son traidores y asesinos, caso Rucci, y que dejen de poner trabas para que se amplíe la ley 12.006, Pensión Honorífica Islas Malvinas, de la Provincia de Buenos Aires, que nos corresponde, porque así lo dice la Constitución en su Art. 16 “principio de igualdad ante la ley”, porque el enemigo no hacía diferencia entre oficiales, suboficiales o soldados, todos somos veteranos de guerra, y si hubo algún oficial o suboficial que hayan hecho abuso de autoridad durante el conflicto, que se los denuncie y que la ley los juzgue como corresponde, pero que no nos metan a todos en la misma bolsa.
Caso contrario, estamos bastardeando y pisoteando la memoria de los 10 oficiales y 230 suboficiales muertos pertenecientes a la Armada Argentina, los 14 oficiales y 36 suboficiales muertos del Ejército, los 36 valientes pilotos y los 14 suboficiales de la Fuerza Aérea, los 2 oficiales y los 5 suboficiales de Gendarmería Nacional y los 2 suboficiales de Prefectura Naval; en total, 349 muertos entre oficiales y suboficiales que hoy son custodios de nuestras islas Malvinas.
Seguramente, para los pusilánimes del CECIM, estos héroes son “cobardes, torturadores y represores”. ¿Qué les decimos a los familiares? ¿Que se merecían morir por ser miembros de las Fuerzas Armadas? ¿Que la ley es solamente para algunos y no para todos? O, mejor dicho, la ley ampara a los cobardes que fueron obligados y no a los que fueron por propia voluntad?
Pero, claro, estamos en el mundo del revés.
Señores cobardes y llorones: ustedes sí son cobardes, porque se esconden detrás del poder político y yo soy suboficial retirado del Ejército argentino y me siento orgulloso de serlo y les puedo asegurar que no soy cobarde, torturador ni represor.
Bahía Blanca
Oscar Reinaldo Carabajal,
sargento ayudante ( R )
Ejército Argentino


¿Quiénes son las veteranas de Malvinas a las que no dejaron desfilar el último 9 de julio?

Un grupo de enfermeras veteranas de la Gesta de Malvinas fueron discriminadas el pasado 9 de julio durante el acto oficial realizado en Avenida Libertador en CABA.
El 9 de julio dejó la imagen del desfile militar en la Avenida del Libertador, que incluyó la presencia de los veteranos de la guerra de las Malvinas. Entre ellos, Aldo Rico. El Ministerio de Defensa no tuvo ningún inconveniente en autorizar que el ex líder carapintada, que se alzó contra el gobierno de Raúl Alfonsín, desfile entre aplausos como ex combatiente del conflicto bélico de 1982 . No solo eso, el propio ministro Oscar Aguad se encargó de defender su "derecho" a hacerlo.

Curiosamente, las que no recibieron autorización para desfilar fueron las enfermeras que participaron de la guerra. Pero en este caso, las autoridades militares no consiguieron su objetivo. A pesar a la prohibición oficial, las enfermeras caminaron por la avenida en medio del calor popular.

Alicia Mabel Reynoso fue la cara visible del reclamo. Un video que comenzó a circular en las últimas horas la muestra en plena discusión con un jefe militar que no entra en razones mientras ella le muestra la documentación que acredita su rol y el de otras mujeres mientras duró el conflicto con el Reino Unido.
Durante la guerra, trece enfermeras de la Fuerza Aérea trabajaron en Comodoro Rivadavia. Allí recibían a los soldados que llegaban del archipiélago y además de cuidar a los heridos brindaban ayuda psicológica. Una mujer Liliana Collino, llegó a estar en las Malvinas a bordo de un Hércules C-130, utilizado para llevar heridos.

Durante años, las mujeres que ayudaron a las tropas reclamaron ser reconocidas por su rol en la guerra, luego de años de ser invisibilizadas. En 2012, cuando se cumplieron tres décadas del desembarco argentino, el Congreso reconoció su labor.

Sin embargo, el ministerio de Defensa no las autorizó a desfilar a la par de los veteranos. Y por eso desafiaron la orden oficial y transitaron por la avenida del Libertador detrás del desfile oficial. “Esto es tremendo, nos niegan, por eso nos quieren sacar. Cuanto más nos sacan, más nos visibilizamos”, reflexionó Reynoso.

DE GUALEGUAYCHÚ A MALVINAS

Alicia Mabel Reynoso nació en Carbó -Departamento Gualeguaychú- un 9 de julio de 1955. Cuando tenía 7 años, aproximadamente, falleció su papá y entonces la familia se mudó a una casa ubicada a una cuadra de la Liga -en la intersección de las calles La Rioja y Neyra-.Su padre era policía, por eso recibió con especial orgullo el reconocimiento que la Jefatura de Policía le otorgó cuando el año pasado volvió a nuestra ciudad a presentar su libro. En la actualidad, Alicia reside en la capital entrerriana. 

Alicia cursó sus estudios primarios en la escuela Sagrada Familia y luego asistió a la ENOVA, y de allí a estudiar Enfermería. La decisión de ingresar a la Fuerza Aérea Argentina la tomó más adelante y así es que Malvinas la encuentra ya radicada en Buenos Aires. 

"Soy enfermera instrumentista. Junto a otras 20 mujeres, fuimos las primeras de todo el país en ingresar a la Fuerza Aérea Argentina en el año 1979", cuenta con orgullo. Tenía 24 años y apenas un año antes se había recibido en Santa Fe. 

"No te das una idea de lo que fue abrir camino en un ambiente estrictamente machista, donde abiertamente te decían que no querían mujeres. Veo que ahora hay mujeres pilotos, que las cosas han cambiado, porque cuando nosotras ingresamos no había oficinas de género donde ir a reclamar. Pero miro hacia atrás, veo todo lo que las mujeres hemos avanzado en ese sentido y considero que nosotras -aquellas a las que nos tocó abrir camino- tan mal no lo hicimos", opinó con color a hidalguía en la voz.
"En abril de 1982 la Fuerza Aérea Argentina instaló un hospital móvil en un hangar del aeropuerto de Comodoro Rivadavia: "El Hospital de Campaña consta de 11 módulos y cuenta con Quirófano, Terapia Intensiva, Laboratorio, Sala de esterilización, 20 camas para internación, entre otras dependencias, es decir, un verdadero hospital de Segundo Nivel", explicó. 

"Estaba proyectado que el hospital fuera instalado en Malvinas, pero se necesitaba que estuviese nivelado y en las islas no se podía garantizar esta situación, entre otras cuestiones logísticas que hicieron que se defina su ubicación en Comodoro Rivadavia", agregó la mujer que más adelante integró los Cascos Azules y viajó en misión a Haití en 2005, 2006 y 2007.

sábado, 22 de junio de 2019

Feliz Cumpleaños CAMARADA

El pasado 20 de junio cumplio  56 años Nuestro camarada José Horacio Basualdo, el campanense de mayor recorrido en el fútbol argentino. El "Nene" surgió en Villa Dálmine y posteriormente fue campeón mundial de clubes con Vélez y Boca; subcampeón mundial con Argentina en Italia 1990.


JUNTOS PODEMOS MÁS
Firmando la aceptación para mi candidatura a intendente y reafirmando mi compromiso con todos los vecinos de Campana, para seguir transformando la ciudad.

Operación Mikado: la frustrada misión encubierta para eliminar el "arma argentina" que asolaba a la flota británica en Malvinas

“Hay que destruir los misiles Exocets, eliminar a los aviones Super Étendard y matar a los pilotos en Río Grande sea como sea”, ordenó Margaret Thatcher. Los detalles de una operación secreta para atacar la base en el continente.El arma insuperable, estrenada en el escenario mundial durante la Guerra de Malvinas, fue la mayor amenaza a la flota británica, según reconocieron los ingleses
El arma insuperable, estrenada en el escenario mundial durante la Guerra de Malvinas, fue la mayor amenaza a la flota británica, según reconocieron los ingleses
"Hay que destruir los misiles Exocets, eliminar a los aviones Super Étendard y matar a los pilotos en Río Grande sea como sea", ordenó una enérgica Margaret Thatcher, tras recibir el apoyo político de su Gabinete de Guerra. Era el 6 de mayo de 1982  y acaba de ser vilipendiada en una áspera sesión en la Cámara de los Comunes.
El sorpresivo hundimiento del HMS Sheffield en el estreno mundial del infalible binomio SUE-AM39 había alertado al Almirantazgo sobre un escenario hasta entonces imprevisto: esa arma poderosa lanzada a los portaaviones Hermes e Invencible frustraría la "recuperación" de Malvinas. Y, al claudicar el desembarco, se precipitaría la derrota en el Atlántico Sur.
Thatcher estaba obsesionada con el poder de daño de esa tecnología insuperable en poder argentino. Había minimizado el potencial ofensivo enemigo. François Mitterand le había confiado que los diez pilotos de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, entrenados en Francia, no contaban con las suficientes horas de vuelo para operar con éxito los misiles; tampoco los ingenieros tenían los códigos secretos para la comunicación del Exocet con los aviones. La misión encubierta para librarse de esa zozobra debía estar a la altura de la amenaza: un golpe sorpresivo, rápido y terminal, al corazón de la Base Aeronaval Río Grande.
El director del Special Air Service (SAS), el brigadier Peter de la Billièreera el soldado británico más condecorado hasta ese momento. Admirado en su país por haber liberado en 15 minutos a los 26 rehenes en la Embajada de Irán en Londres dos años antes, Billière fue el elegido para la planificación del asalto comando.
El brigadier Sir Peter de la Billiére, el director del SAS y cerebro de la Operación Mikado y Dum Pluff  (National Potrait Gallery)
El brigadier Sir Peter de la Billiére, el director del SAS y cerebro de la Operación Mikado y Dum Pluff  (National Potrait Gallery)
Se la bautizó con el código de Operación Mikado, que en japonés significa "La puerta", y fue la misión de asalto más temeraria desde la II Guerra, aún hoy sellada por un inviolable secreto.
El SAS gozaba de fama planetaria por sus hazañas. Había demostrado su solvencia como fuerza especial de élite triturando aviones del Eje en aeródromos del norte de África. Una audaz incursión continental suponía la única táctica para librarse de la amenaza de perder una guerra. Aunque el costo fuera altísimo en de vidas humanas: de entrada, se lo orquestó como un asalto de una sola vía. El sacrificio de unos pocos profesionales valientes como reaseguro de la supervivencia de muchos otros.
"Tras un intensivo entrenamiento nocturno en las montañas de Escocia, en Gales y en el cuartel general del SAS en Hereford, habíamos previsto, llegado el día de la operación, dejar nuestras maletas empacadas. Si no regresábamos, sólo debían llevarlas en el próximo avión de regreso al Reino Unido y entregarlas las a nuestras esposas", contó Tom Rounds, el navegante de uno de los dos Hércules que participarían del golpe comando.
Otros le ponían el cuerpo a la profesión: "Si te preocupa la muerte, estás en el negocio equivocado", le dijo a la prensa británica Jim Norfolk, otro de los SAS. "Esto es la guerra. Estás entrenado para luchar y morir, si es necesario. No importaba si podíamos salir, pero teníamos que entrar. Y había una buena posibilidad en eso".
Tres tácticas para un mismo plan
La operación fue orquestada por Billière en al menos tres modalidades de ataque en mayo de 1982. Se previó de entrada la táctica convencional: diezmar con un copioso bombardeo aeronaval nocturno con aviones Vulcan o Sea Harriers la base fueguina.
Pero las primeras hostilidades con esos aviones no habían resultado precisos en su asedio al aeropuerto de Puerto Argentino y los Harriers, expuestos a la artillería antiaérea terrestre y naval, eran un bien demasiado escaso e perentorio para la ofensiva en el teatro de operaciones del Atlántico Sur.
Los C-130-Hercules ingleses despegarían del aeropuerto Wideawake de la RAF en la Isla Ascension(Think Defense)
Los C-130-Hercules ingleses despegarían del aeropuerto Wideawake de la RAF en la Isla Ascension(Think Defense)
Billière se inclinó por otra: un Hércules C-130 con 60 hooligans de la SAS se aproximarían evadiendo radares desde el mar a baja altura e irrumpirían en la pista de Río Grande bajo la modalidad find and destroy (encuentra y destruye) los objetivos. Se haría de madrugada para reducir la efectividad antiaérea.
Con los motores encendidos, descenderían por la rampa los Land Rovers con los comandos munidos con ingentes cantidades de explosivos y ametralladoras. Divididos en tres grupos, se impondría el caos del trotyluno se dirigiría al hangar donde reposaban los 5 SUE, otros destruirían los 3 Exocet y el último grupo eliminaría a la mayor cantidad de pilotos en el Casino de Oficiales.
El número de bajas propias se preveía alta. Si había sobrevivientes una vez cumplidos los objetivos, deberían diseminarse y encontrar su ruta de escape hacia Chile. Estaban entrenados para la supervivencia en las condiciones más hostiles. Los C-130 difícilmente pudieran esperar en la pista.
Aunque nunca fue confirmado por las autoridades británicas, submarino Onyx habría sido utilizado en Malvinas para Operación Mikado
Aunque nunca fue confirmado por las autoridades británicas, submarino Onyx habría sido utilizado en Malvinas para Operación Mikado
El otro plan alternativo involucraba a un submarino que, indetectado, se arrimaría sigilosamente a la costa de Río Grande en la ceguera de la noche. En Zodiacs, otros comandos de la Special Boat Service (SBS), brazo marítimo de la SAS, se infiltrarían en la base con igual armamento, idéntico propósito y derrotero de fuga.
Mientras tanto, Billière, que tenía comunicación directa con Sandy Woodward, el comandante de la flota replegada al NE de Malvinas, se guardaba otro "as" en la manga. Para que Mikado tuviera éxito, otro equipo de SAS encubierto debía infiltrarse antes del asalto final para recabar información de inteligencia, ubicar los blancos, trazar rutas de fuga y escudriñar el sistema defensivo de la base. Esa operación "menor" se llamó Plum Duff y logró articularse en el continente.
"Sencillamente una locura"
"El plan inglés era sencillamente una locura, sin posibilidad de éxito", afirma a Infobae el comandante de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque de SUE, el capitán de navío (RE) Jorge Colombo. "Está claro que a Thatcher se dijo: '¿Cómo estos indios con plumas son ahora la amenaza más grande a la Royal Navy?'".
En Río Grande operaban de manera febril varias escuadrillas de caza, pero la flota británica les temía principalmente a los misiles subsónicos Exocet que lanzaban los SUE. Su precisión y largo alcance para alcanzar los blancos limitaba la capacidad de reacción de la flota británica,
En Río Grande operaban de manera febril varias escuadrillas de caza, pero la flota británica les temía principalmente a los misiles subsónicos Exocet que lanzaban los SUE. Su precisión y largo alcance para alcanzar los blancos limitaba la capacidad de reacción de la flota británica,
"Río Grande era un hervidero de aviones de combate, exploración y salvamento. No sólo operaban los 4 Super Étendard, los 9 A-4Q Skyhawk, los 2 Neptune antes de que se los diera de baja y los 2 B200 de la aviación naval; también estaban los 8 Dagger de la Fuerza Aérea. Desde la irrupción de las hostilidades, la base exhibía su poderío defensivo ante cualquier envestida aérea, terrestre o por mar celosamente custodiada por los batallones 1 y 2 de Infantería. En el  capitán de Navío Miguel Ángel Pita recayó toda la seguridad y él fue el primero que dijo: 'A Río Grande hay que protegerla como una fortaleza'. Los infantes son muy eficientes y lo demostraron en Malvinas. Pita había establecido un sistema de alarmas y custodia concéntrica, despliegues de operaciones nocturnas, observadores terrestres vestidos de civil y hasta búnkers y trincheras. Había artillería pesada, trampas cazabobos, santo y señas permanentes y lanzamientos aleatorios de bengalas que iluminaban la base simulando la detección de blancos. Este último ardid fue clave para frustrar la operación Plum Duff del 17 de mayo", adelanta Colombo.
"Además, cada escuadrilla se ocupaba de su seguridad y los SUE se dispersaban todas las noches a distintos lugares de una base gigantesca. Nunca permanecían en el mismo lugar. Si lograban aterrizar, algo improbable, es difícil que esa misión tuviera éxito", asegura Colombo.
Al querer fulminar el casino de oficiales, los blancos humanos de los ingleses pasaban a ser todos los pilotos de las diferentes escuadrillas. En los SUE revistaban Augusto Bedacarratz y Armando Mayora, que mandaron a pique al Sheffield; Roberto Curilovic y Julio Barraza que desguazaron al Atlantic Conveyor, Alejandro Francisco y Luis Collavino que arremetieron contra el Invencible y Roberto Agotegaray, Juan José Rodríguez Mariani y Carlos Machetanz.
La Segunda Escuadrilla de Caza y Ataque de SUE
La Segunda Escuadrilla de Caza y Ataque de SUE
Se lanza la operación Plum Duff
En Hereford, los planes de Billière suscitaron una ríspida oposición en John Moss, el comandante del Escuadrón B del SAS, seleccionado para la misión encubierta de reconocimiento. La infiltración tenía ribetes apenas menos ominosos que los de Mikado: la patrulla de 9 comandos partiría con un helicóptero SEA King desde el HSM Invencible en Malvinas, pertrechada con armas y explosivos en sus mochilas. Aterrizarían por la noche a pocos kilómetros de Río Grande, destruirían el helos y, ocultos en terreno, recabarían inteligencia. Si la ocasión arreciaba, los equipos de comunicación satelital, facilitados por EE.UU, posibilitarían enlaces con el cuartel general en Hereford para acatar instrucciones. Por el carácter todavía clasificado de la misión, se desconoce si Reagan y Pinochet conocían la osadía.
La ruta de la Operacion MIkado y los puntos acordados para que desembarcaran los SAS , primero en Argentina y como opción secundaria en Chile, donde finalmente recaló el helicóptero inglés Sea King ZA290 La incursión del C-130 fue abortada. y para deshacerse (Plano extraído del libro Special Forces Pilot)
La ruta de la Operacion MIkado y los puntos acordados para que desembarcaran los SAS , primero en Argentina y como opción secundaria en Chile, donde finalmente recaló el helicóptero inglés Sea King ZA290 La incursión del C-130 fue abortada. y para deshacerse (Plano extraído del libro Special Forces Pilot)
Los severos cuestionamientos de Moss a la operación le valieron primero un sumario; luego su relevo. Mientras, uno de sus sargentos forzó su baja. El segundo de Moss era el experimentado capitán Andy Legg. Había operado en Irlanda del Norte y en Omán y se lo designó al mando de la operación.
Por la sensibilidad militar del tema, Legg se llamó a silencio durante más de 30 años y sólo atrás aportó su testimonio. Primero, en el libro Exocet Falklands. The Untold Story of Special Forces Operations, y el año pasado, en un artículo para el Times en el que destripó la trastienda de "la misión suicida" que lideró.
Algo más quizás lo animaba: había decidido vender sus condecoraciones, insignias y un objeto especial buscado por los coleccionistas: el antiguo mapa de Tierra del Fuego que lo orientó y desorientó en uno de los territorios más yermos y  australes del planeta.
"Nos habíamos entrenado en serio para el asalto. Día y noche: marchas forzadas de larga distancia en Gales, horas en los rangos de tiro, ejercicios de navegación y emboscada nocturnas, saltos en paracaídas. En el aeropuerto de Wick, norte de Escocia, con 15 cm de nieve en el suelo, practicamos en helicóptero las aproximaciones y aterrizajes a bajo nivel, de la noche, para volar sobre el mar sin ser detectados", describió.
Andy Legg, el capitán del SAS, líder de la incursión Dum Pluff en Tierra del Fuego
Andy Legg, el capitán del SAS, líder de la incursión Dum Pluff en Tierra del Fuego
Con la última anuencia política del gabinete de Guerra, la incursión a Río Grande se había fijado para la madrugada del 17 de mayo.
"Quien arriesga, gana", el lema del SAS
 El 15 de mayo la patrulla viajó desde Inglaterra a la isla Ascensión en el Ecuador y de allí en un Hércules hacia Malvinas. Hubo un complejo reabastecimiento en vuelo y cuando se aproximaron al punto dato y saltaron en paracaídas al furioso Atlántico sur. 
El buque de enlace Fort Austin demoró unos 20 minutos en recogerlos y rescatar los pertrechos y mochilas embalados de forma impermeable. Con el cuerpo todavía entumecido fueron trasbordados al Invencible para los preparativos finales. El helicóptero Sea King ZA290 había sido desmantelado en su interior para adicionarle tanques extra de combustible. Imposible encarar la travesía a baja altura y evadir los radares enemigos sin esa autonomía.
Eco de radar
Un día después, en la costa de Tierra del Fuego, los radares del destructor ARA Bouchard detectaban al anochecer tres ecos a escasas millas de la costa. Uno de ellos, el más potente, era un rumor radiofónico que anunciaba el acecho de un submarino enemigo, mientras que se presumía que la intermitencia de los restantes podían ser botes tipo gomones.
Sobrevino un estéril zafarrancho de combate y una alerta a la base de Río Grande. Aunque Inglaterra nunca lo reconoció oficialmente, es un secreto a voces que la actuación habría sido la del submarino HSM Onix con botes de apoyo cuyo rastro se pierde en el meandro todavía inescrutable de esta historia.
El submarino HMS Onyx habría sido el buque detectado por los radares del ARA Bouchard y Piedrabuena como partícipe de la Operacion Mikado-Dum Pluff en Malvinas
El submarino HMS Onyx habría sido el buque detectado por los radares del ARA Bouchard y Piedrabuena como partícipe de la Operacion Mikado-Dum Pluff en Malvinas
"Había indicios de que algún buque se aproximaba y se temió un ataque aéreo. Toda la escuadrilla y el personal junto a los SUE abandonamos la base. Hoy visto a la distancia fue un peregrinaje bastante insólito hacia la ciudad", recuerda Colombo.
Radar argentina-Operacion MIkado-Dum Pluff-Malvinas
Radar argentina-Operacion MIkado-Dum Pluff-Malvinas
"Bauticé aquel día como el Éxodo jujeño, porque remolcamos con tractores a los 4 SUE hasta la plaza central. Los técnicos se guarecieron en un frigorífico abandonado y los pilotos pasaron la noche en el casino de oficiales de la Infantería. Pero al otro día juré que nunca más desplazaría así a los SUE: tenían hielo en las alas, descalibradas las computadoras, afectados los sensores y estaban todos embarrados".
Mientras tanto, en el otro extremo del Atlántico, Legg ultimaba en el Invencible el plan para el helidesembarco en el continente.
Solo el piloto Richard Hutchins y el navegante Alan Bennett portarían visores nocturnos, también provistos por EE.UU. Además del armamento, explosivos, raciones, carpas, pistolas de puño y gran cantidad de chaff para intentar burlar a los misiles,  llevaban "dos viejos mapa, desactualizados y a escala muy reducida" de Tierra del Fuego. Uno de ellos fue el que subastó el año pasado Legg.
Alan Bennett era un experimentado navegante y participó de una de las misiones más temerarias durante la Guerra de Malvinas
Alan Bennett era un experimentado navegante y participó de una de las misiones más temerarias durante la Guerra de Malvinas
En hermético silencio electrónico, el Sea King despegó pasada la medianoche del 17 de mayo y trajinó en medio de una niebla densa los 600 km hasta Tierra del Fuego. Al aproximarse a la estancia La Sara, el punto acordado de desembarco, a unos 40 km de la base, el navegante alertó que habían sido iluminados por un radar argentino.
"Una de las patrullas se había bajado del Sea King y estaba parada sola en Argentina, cuando vimos luces y un fuerte destello", Legg palpitó el peligro. Y exigió continuar unos kilómetros más hacia el punto de bajada secundario en la frontera con Chile. Allí mismo el grupo de Legg descendió, mientras que la tripulación del Sea King continuó volando hacia la costa cerca de Punta Arenas.  En el mar arrojaron el armamento que llevaban, cerca de la playa abandonaron la nave y en cuestión de minutos la hicieron estallar con los explosivos. 
 El sacrificio de un helicóptero de guerra e incluso el de su tripulación se justificaba para los ingleses si con ello se lograba neutralizar la amenaza SUE-Exocet.
"Los destructores ARA Piedra Buena y ARA Bouchard habían, efectivamente,  detectado a la nave invasora y dispararon alertas y patrullas", relató Colombo. "Eso sumado al sistema aleatorio de bengalas de la base fue lo que los terminó expulsando del suelo argentino".
Libro Vigilancia y Control Aéreo en Argentina –La imagen muestra las trazas de los casi cinco minutos que estuvo el Sea King ZA290 en la pantalla del radar.  La primera traza ocurre a las 4:28 AM cuando, según la tripulación, tocó tierra para desembarcar al equipo del SAS. En ese momento, Legg sintió que el lugar no era seguro y tuvo una discrepancia con el piloto acerca del sitio donde debería descender el grupo comando. Finalmente, continuó hacia Chile.
Libro Vigilancia y Control Aéreo en Argentina –La imagen muestra las trazas de los casi cinco minutos que estuvo el Sea King ZA290 en la pantalla del radar.  La primera traza ocurre a las 4:28 AM cuando, según la tripulación, tocó tierra para desembarcar al equipo del SAS. En ese momento, Legg sintió que el lugar no era seguro y tuvo una discrepancia con el piloto acerca del sitio donde debería descender el grupo comando. Finalmente, continuó hacia Chile.
Para las dos secciones ahora dispersas de los SAS sobrevino una odisea de supervivencia. No sólo por las condiciones extremas y la desorientación; también por la fiebre alta que abatió a uno de ellos. Un día antes había sentido en los huesos durante 20 minutos el estupor de un mar helado. Seguían desorientados y las raciones al cuarto día se agotaban. Con el teléfono satelital se comunicaron con Hereford para pedir reaprovisionamiento e instrucciones. La definición se demoraba. Y la operación Plum Duff comenzaba a naufragar. Ni siquiera habían podido incursionar en territorio argentino y menos escudriñar un SUE en Río Grande.
En Chile los pilotos del Sea King frente a la prensa leyeron un comunicado guionado por la Embajada británica con el que quisieron justificar su presencia en el país trasandino: “Nos desorientamos, no teníamos combustible y la nave sufrió un desperfecto eléctrico”, dijeron
En Chile los pilotos del Sea King frente a la prensa leyeron un comunicado guionado por la Embajada británica con el que quisieron justificar su presencia en el país trasandino: “Nos desorientamos, no teníamos combustible y la nave sufrió un desperfecto eléctrico”, dijeron
Los restos del helicóptero incendiado hacia días que era noticia en los diarios, cuando los SAS, cada grupo por su lado, se encontraron en la localidad chilena de Porvenir. Alquilaron una habitación y esperaron.
La diplomacia británica debió brindar sus explicaciones a las autoridades por la incursión  y el  incendio de la nave: "Problemas en el instrumental, condiciones climáticas adversas en un vuelo rutinario de reconocimiento, agotamiento de combustible y la fatalidad de un desperfecto eléctrico precipitaron el abandono y las llamas en la nave", argumentaron y los diarios de la época lo reprodujeron.
Tras el estrepitoso fracaso de la operación Plum Duff, Legg y el resto de los SAS se entregaron el 25 de mayo a carabineros.
Tras ágiles gestiones diplomáticas fueron trasladados a Santiago en un avión de la Fuerza Aérea chilena. Quedará inscripto como una ironía que ello ocurriera el mismo día en que el arma infalible que habían ido a buscar sepultaba en el océano al Atlántic Conveyor.
"Volverán a Hereford", fue la orden que recibió Legg, mientras se refugiaban lejos de la prensa en un bungalow en las afueras de Santiago.
Vestidos con ropa prestada de civil, las autoridades chilenas les dispensaron un tratamiento que los exculpaba de cualquier violación de soberanía: omitieron el control de pasaportes —aunque la embajada británica les alcanzó uno nuevo a cada uno a los pies del avión— y se embarcaron en un vuelo comercial hacia Londres.
Al regresar a Hereford, su jefe había sido despedido y un oficial de inteligencia del SAS le advirtió : "Mantén la boca cerrada porque hay mucho en juego".
Peter de la Billiere, veterano de la Guerra del Golfo,  describió en su biografía la desilusión que le causó el apoyo tibio que la misión tuvo en el Escuadrón B de la SAS
Peter de la Billiere, veterano de la Guerra del Golfo,  describió en su biografía la desilusión que le causó el apoyo tibio que la misión tuvo en el Escuadrón B de la SAS
Sólo años más tarde Billière culpó públicamente al escuadrón de Legg por el fracaso de la Operación Mikado. "Me sentí consternado —escribió en su autobiografía— al descubrir que la actitud de esta unidad [el Escuadrón B] se mantuvo tibia. Por mi parte, yo tenía que hacer lo que pensaba que era correcto ante tantas vidas en juego".
Legg abandonó al tiempo el SAS y terminó de sincerarse 36 años después en el Times: "Uno tendría que pensar que los hombres pueden caminar sobre el agua para creer que la Operación Mikado podía tener alguna posibilidad de éxito. Al menos en base a la inteligencia con la que contábamos".
Y aludiendo al lema de los SAS que reza "Quien arriesga, gana" (Who Dares Wins), concluyó: "Quien se atreve, gana. Pero la planificación adecuada, la información confiable y el respaldo, siempre ayudan".
Las condecoraciones e insignias que Andy Legg, capitán de la SAS subastó el año pasado.
Las condecoraciones e insignias que Andy Legg, capitán de la SAS subastó el año pasado.