sábado, 9 de julio de 2016


La absurda guerra de la posguerra.




Hay que estar muy metido dentro del mundo " Malvinas" para poder entender, y aun así entender poco, la absurda guerra que protagonizan hombres y mujeres que participaron del conflicto armado del Atlántico Sur. 
Egos, egoísmos, diferencias económicas, convierten el gesta en una maraña interna, inexplicable. Descubrí muchas miserias buscando grandes mensajes. Me esfuerzo porque ganen los grandes mensajes, aunque a diario se vean in visibilizados por esa absurda guerra de la pos guerra.
Soldados combatientes que creyendo perder sus derechos se enfrentan a los que fueron movilizados, extrañas hermandades nacidas en el interés, oscuras trincheras cavadas desde la loca idea autoritaria de pretender que el otro " no tiene derecho alguno a reclamo"
He dicho muchas veces que no apoyo reclamos, de ningún tipo que tengan que ver con pensiones, pero estoy obligada a señalar, que aun así, los derechos individuales son sagrados, y uno de ellos es el de reclamar si alguien lo cree necesario. La respuesta de la justicia es otra cosa.
Marchas y contramarchas, acampes y contra acampes, silencios ante irregularidades escandalosas, como la realidad de un padron inflado de mentirosos, muchos de los cuales no estuvieron ni cerca de un disparo, de un riesgo, porque  no vieron la guerra.
Mujeres que solo pugnan por ver cual fue mas importante que otra es su noble tarea de atender heridos, sin darse cuenta que ellas mismas se combaten, con un fuego amigo, que las auto destruye. 
Confraternidades con vendedores de humo por todos conocidos, que han creado su propia leyenda, atentando contra la realidad histórica.
En esta telaraña, los que creen que la guerra lava culpas, de genocidios, de cara pintadas, de enriquecidos ilícitamente, sin entender, necios, ciegos en la defensa de personajes oscuros, de un pasado mas oscuro aun.
Foman un extraño club de fans de tipos impostados en salvadores de la Patria, sin recordar, que perdieron la guerra, y eso no hace a los dignos menos dignos ni a los valientes cobardes, es la realidad. Una tragedia absurda como lo son todas las guerras.
Como se vuelve de la sombra del fuego amigo, que se disparan sin piedad unos a otros, embravecidos 34 años después? Yo no lo se. 
Aportemos a la dignidad, a la no violencia, al dialogo, en definitiva, a la paz.
Los únicos héroes son los muertos, aunque haya muchos vivos haciéndose los héroes, anclados y anclando a los que miran, a un pasado de sangre y fuego. 
Los únicos santuarios de la guerra son Darwin y el mar. 
Nada de esto es una secuela, es ser nacional, somos en todo los mejores, los mas vivos, los mas osados, los mas jugados. Se potencia, el argentino mismo.
Me quedo con el soldado humilde, que dejo de pelear hace mas de tres décadas, y apuesta a la vida porque volvió, me quedo con los deudos,  y los héroes, porque solo ellos nos enseñan de la perdida. Me quedo con las mujeres que supieron entender de que les sirvió participar de aquello y hoy aportan a la sociedad desde lugares reales. Me quedo con la paz.
Se puede construir desde la guerra, solo cuando haya terminado el combate, que aquí no acaba, el humo de la batalla actual cubre a los protagonistas de indiferencia social. 
En definitiva, esa guerra que fue por el paralelo de la historia, sin incorporarse a las tragedias argentinas, sigue estando allí, a un costado, y sin que dejen de explotar las bombas.
Con la gran diferencia, de que estas bombas actuales se detienen con gestos de grandeza. Que los podrán salvar a todos.
La fotografía es ilustrativa.

1 comentario:

  1. Muy bueno lastima que siempres se habla de movilizados cuando en realidad TODOS ESTAN PELEANDO UN JUSTO RECONOCIMIENTO. ES TRISTE VER COMO INSTALARON UNA VERDAD A MEDIAS.

    ResponderEliminar